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jueves, 9 de junio de 2011

EL SÉPTIMO CAMIÓN

Durante la Guerra Civil el gobierno de la República tenía una gran preocupación sobre qué hacer con las diferentes obras de arte que tenían en sus museos. Los continuos bombardeos sobre Madrid no discriminaban a la hora de lanzar los proyectiles, cayeron varias bombas sobre el museo del Prado (a pesar de los diferentes convenios internacionales que lo protegían y al hecho de estar debidamente señalizado). Es por eso que en un primer momento dichas obras de arte fueron guardadas en diversos sótanos acorazados de la ciudad.
Cuando el Gobierno decide trasladarse a Valencia adopta la polémica decisión de llevar tras de sí todos los cuadros y las diferentes incautaciones que se habían hecho a través de la Caja de Reparaciones (cuberterías de plata, sagrarios, obras pictóricas de coleccionistas, joyas y alhajas,....) con un valor aproximado de la época de 500 millones de dólares. 

En un primer momento se guardan en Cartagena pero Negrín viendo ya la posibilidad cada vez más real de perder la Guerra adopta una decisión polémica, trasladarlos de forma definitiva a un lugar cercano a la frontera francesa. El lugar elegido es Mina Canta, en La Vajol, una mina de talco del pirineo catalán muy cercana a Francia. Expropiada a la familia Giralt, dejaron sin trabajo a los obreros de la misma y se rodearon de mineros de confianza de Cartagena, así como de carabineros del presidente, con la intención de construir un bunker en el lugar. 
                                  




 
EDIFICIO DE LA MINA CANTA O DE NEGRIN
Negrín ordena empezar las obras, se construye un edificio justo ante la entrada con muros de gran grosor y con el suficiente camuflaje como para evitar la aviación italiana y alemana, dentro de la mina se crea una cámara acorazada y blindada. 
ENTRADA DEL TUNEL DE LA MINA QUE LLEVA A LA CAMARA ACORAZADA
INTERIOR DEL TUNEL DE ACCESO A LA CAMARA ACORAZADA
Durante los meses siguientes la gente de la comarca ve con estupor como empiezan a llegar camiones a sus montes y todos parecen dirigirse a la Mina. Negrín dota a la zona de una gran protección, envía a sus hombres más cualificados, parte de los llamados 100.000 hombres de Negrín (cuerpo especial de Carabineros) que impiden el paso en 2 kilómetros a la redonda de la mina. 




A finales de 1938 principios del 39 la Guerra está perdida, una de las preocupaciones del Gobierno es salvaguardar su patrimonio histórico, después de muchas batallas diplomáticas con los diferentes gobiernos europeos (provocadas por el pacto de no intervención) se llega al acuerdo de trasladar dichas obras a Francia para que después sean llevadas a Ginebra. A principios de Febrero se inicia la operación, una noche entre el 12 y el 14 de ese mes 7 camiones salen de La Vajol con rumbo a Les Illes y Petrus (dos pueblos franceses fronterizos) pero sólo 6 llegan y se abre la especulación sobre el destino del séptimo. 


Gente de la zona asegura que ese camión fue encontrado posteriormente y que muchos vecinos empezaron a florecer económicamente de forma inexplicable, otros aseguran que ese camión nunca existió pero que al ser un paso fronterizo en esa zona se podían encontrar diversos tesoros guardados (los gendarmes franceses de la frontera no dejaban pasar nada a los exiliados republicanos). La versión oficial es que el teniente Blasi al ver que no podían pasar con el camión, por los incesantes bombardeos y la aglomeración de exiliados en los pasos habituales, decidió que todo lo que portaban fuera cargado en mulos y así llegar a la frontera. 
 
Nada es seguro y todo es posible. De lo que podemos estar seguros es que durante un tiempo La Mina Canta fue uno de los depósitos artístico más importantes del mundo y, en esa época de descontrol cualquier hipótesis es válida. ¿Qué pasó realmente con el camión? ¿Existió de verdad? ¿Fueron sus tesoros escondidos por los carabineros para cuando consiguieran volver a España? ¿Quedan restos de esas joyas en la zona? Son preguntas sin respuesta pero si nos acercamos a los montes que rodean La Vajol aún encontraremos a personas con detectores de metales buscando el Tesoro Perdido de la República. Actualmente la mina no está abierta al público.


Fortuna y gloria...